jueves, 30 de julio de 2009

Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

A lo largo de la historia de la filosofía de la humanidad, el hombre siempre ocupo su pensamiento en encontrar preguntas a mas preguntas sin llegar nunca a la certeza, ¿es este el verdadero amor a pensar como la palabra filo (amor) sofía (pensamiento) lo anuncia etimológicamente? ¿O es un pensar sin sentir, sin amor?, quizá este sea el laberinto (ver Borges últimos minutos de su vida) al cual nos lleva el frío razonamiento que sin amor se limita a un “racionamiento” de nuestra capacidad como ser, la verdad es simple…
14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
14:7 Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.
La fe que sobrepasa todo entendimiento rompe toda barrera de la cómoda y limitad razón que nos ata el espíritu, no hay que ver para creer hay que creer para ver…amen?
Quizá el miedo a enfrentar la realidad vivir el cronos y el cairos como un presente que DIOS nos regalo es lo que nos limita a
vivir muertos en vida por miedo a la muerte, la cual es un paso a a otro estado de nuestro espíritu en el cual es taremos junto a DIOS, si creemos que el lavo nuestros pecados en la cruz del calvario…como en la palabra escrito esta.

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